Las grandes civilizaciones antiguas ya conocían su eficacia y a día de hoy sigue considerándose uno de los materiales más eficaces en la decoración y restauración. Hablamos de los morteros de cal, un material de construcción que conoció su existo hace más de 2000 años atrás, en civilizaciones tan relevantes históricamente como la Grecia Clásica, el Imperio Romano e incluso, el Antiguo Egipto.
Tal es su potencial, que en el presente continúa considerándose uno de los materiales más usados para la renovación de espacios. Su calidad ha sido demostrada a lo largo de los siglos y, en este artículo, contestaremos a algunas de las preguntas que más curiosidad despierta sobre este sorprendente material. También os presentaremos nuestro nuevo mortero de cal MyKal, un producto de elite que mediante su aplicación, el profesional consigue generar exclusivos revestimientos estilo tadelakt de alto valor decorativo.
Pero, ¿qué es exactamente? El mortero de cal, o como también era conocido por los antiguos romanos, mortarius; es una elaboración compuesta por cal, áridos y aditivos naturales, composición que dota de un carácter bioclimático al revestimiento, volviendo muy permeable al soporte, con lo cual gana en transpirabilidad, sin dejar de conservar su característica impermeable. La cal empleada puede ser de dos tipos de forma básica: aérea o hidráulica. La cal aérea carbonatará al contactar con el aire, a diferencia de la hidráulica, que ocurre tras fraguar en agua.
La cal cuenta con la propiedad de endurecer cuando se encuentra expuesta al aire, lo que provoca que la pasta untuosa extendida a lo largo de la superficie se comience a transformar en una sólida costra que sufre un endurecimiento a causa de sufrir una evaporación de su agua debido a la alteración química que experimentan sus componentes. De este modo, el mortero de cal se convierte en una película protectora de escasos milímetros de grosor, pero con la resistencia y dureza de la piedra.
Una de sus mejores cualidades es que si se trata de un mortero hecho a base de cal de calidad, este no se deteriorará con el paso de los años, sino todo lo contrario, ganará una consolidación superior. Hasta alcanzar dicho estado se debe producir una carbonatación total del material, para lo cual es necesario que transcurran varios meses hasta lograr evaporar toda el agua. En las primeras 24 horas se logra el primer endurecimiento, que se produce desde la superficie hacia el interior, eliminando el agua que reside en la masa y alcanzando hasta un milímetro de espesor.
Pese a ser un material usado durante milenios, su popularidad continua incrementando a lo largo de los años. Tanto sus propiedades a nivel técnico como estético son las responsables, que han puesto a este producto en el punto de mira de los grandes profesionales en decoración y restauración. Su carácter sostenible y su singular apariencia, han conseguido que el mortero de cal releve a otros materiales más tradicionales que han sido los grandes protagonistas en las últimas décadas, como por ejemplo, el cemento.
A continuación os detallaremos los grandes beneficios de este material decorativo, que está suponiendo una auténtica revelación en el sector de la restauración:
Este material está definido por su alto nivel de alcalinidad, lo cual le confiere unas espectaculares propiedades como fungicida y desinfectante natural. De esta manera consigue prevenir satisfactoriamente las manchas de moho, la proliferación de hongos, así como la aparición de esporas que pueden resultar altamente nocivas para el ser humano.
Se trata de un material sostenible puesto que se encuentra compuesto por materiales propios de la naturaleza y para su elaboración no es necesaria realizar una cocción del mortero de cal a altas temperaturas.
Una propiedad sumamente importante. La cal aplicada en las superficies permite el desecho o absorción del agua mediante un intercambio higrométrico, evitando que haya una elevada humedad ambiental. Consigue que el soporte aplicado no se asfixie, lo que garantiza una mejora de la resistencia y por lo tanto, la durabilidad.
Los morteros de cal cuentan con la ventaja de ser igual de efectivos ante las diversas condiciones climatológicas. Cuenta con una gran tolerancia frente a la lluvia, la humedad y la radiación solar. Esto hace que sea un material en el cual su aplicación resulta igual de eficaz tanto en medios interiores como exteriores.
Presenta una bella estética muy particular, aportando al espacio una textura especial así como una gran dureza, que le permite contar con una larga durabilidad.
Dan lugar a espacios que gozan de una larga vida útil al tratarse de un mortero que ni fisura ni agrieta.
La cal cuenta con la capacidad de encogerse o estirarse para amoldar su forma a diferentes medios debido a su elevado nivel de plasticidad. Es por esta razón, que popularmente su uso suele ir dirigido a la ornamentación de muros, tanto de exterior como de interior.
Cuando hablamos de mortero de cal entendemos por una mezcla dada entre uno o más conglomerantes donde la base siempre debe ser: cal, áridos, agua y en ocasiones algunos aditivos o adiciones que variarán. Existen diferentes tipos y nosotros ahondaremos en la clasificación según la composición y el procedimiento de fraguado.
En este tipo de morteros el endurecimiento da lugar a través del contacto con el aire, lo que produce un proceso de evaporación del exterior al interior, siendo de este modo, un tanto más lento y vulnerable ante las inclemencias meteorológicas.
Por contrapartida, los morteros de cal hidráulica presentan un endurecimiento que no se ve afectado al llevarse acabo en ambientes de gran humedad. De este modo, se endurece al entrar en contacto con el aire y con el agua por igual. Este tipo de mortero ofrece la posibilidad de obtenerlo de forma totalmente natural, directamente de la piedra, o mediante fabricación industrial. Su gran punto a favor, a diferencia de la cal aérea, la hidráulica confiere en menos tiempo resistencias más elevadas.
En función del uso que se le vaya a dar variará las proporciones de cal y arena. Si se trata de enlucidos se usará una parte cal por una de arena; en revoques una de cal por dos de arena; en muros de ladrillo 1 de cal por 3 de arena; en muros de mampostería 1 de cal por 4 de arena.
Lo mismo ocurre con la cal y el cemento, de modo que la mezcla se llevará a cabo en función del de la aplicación que se le vaya a brindar. Cabe recalcar la importancia de utilizar una cantidad de agua en su justa medida, ya que un exceso podría provocar que este se evapore y acabe generando una disminución de la resistencia del mortero. En el caso de no haber suficiente agua lo que provocará será una peor trabajabilidad de la masa.
Su uso es variado, garantizando en todos los casos unos resultados impecables de gran valor decorativo y con la propiedad de dotar a las estructuras de una larga vida útil. Es tal su efectividad que no conoce límites, dando lugar a un material que se aplica tanto en viviendas, hasta en edificios patrimoniales.
De manera general, os mostraremos cuales son sus usos más comunes y populares dentro de la decoración y restauración:
Recubrimiento de muros o superficies ubicados en lugares de elevada humedad a fin de aportarle mayor protección, así como, solucionar problemas de salinidad.
Mamposterías antiguas.
Mamposterías de bloques cerámicos.
Saneamiento de paredes.
Recuperación de muros y rejuntados.
Estucos, tadelakt, enfocados, etc.
Revoques tradicionales en acabado rugoso.
Pavimentos y bóvedas.
Revestimientos en acabados mate, brillo y fratasado, de alto valor decorativo.
Se recomienda que la mezcla de los diversos elementos que componen el mortero de cal, se realice justamente antes de ser aplicado sobre el soporte, ya sea suelo o pared. Dicha mezcla nos aportará resultados más óptimos si se realiza con una mezcladora industrial, aunque también cabe la posibilidad de hacerlo a mano. Una vez hecho esto, pasaremos a repasar, paso por paso, el proceso de creación y aplicación del mortero de cal.
Se debe realizar con exactitud el cálculo de la cantidad que se necesita de cada componente: cal, agua, arena, cemento. Las proporciones variarán en base del tipo de mortero de cal, así como el uso que se le vaya a dar.
A continuación, se procede con la mezcla de los agregados que se vayan a añadir al mortero. El más común suele ser la arena o, por consiguiente, la grava. Deben ser mezclados siguiendo al pie de la letra las cantidades exactas que requiere la fórmula.
Llegamos al último paso. Una vez conseguida una mezcla perfecta y el mortero haya secado, llega el momento de ser aplicado. Los profesionales aconsejan que sea colocado en la parte superior para que expanda por esa zona. Recuerda, cuanto más tarde en secarse, luego mejores propiedades de resistencia y durabilidad albergará.
A modo de consejo, recomendamos hacer uso de cal hidratada en la mezcla, para que de esta forma lograr que el mortero seque más rápido. Esto se produce debido a que la cal al entrar en contacto con el agua, reacciona y produce cristales, los cuales garantizan un mayor endurecimiento y favorecen a que el producto asiente.
Finalmente, se debe aplicar con la ayuda de una llana, la mezcla adquirida sobre la superficie a revestir.
Las estructuras que se encuentran en el exterior, como por ejemplo las fachadas, cuentan con la gran desventaja de estar constantemente a la intemperie, lo que provoca que se encuentren continuamente expuestas a las inclemencias climatológicas, afectando al estado de la superficie y desgastándolas. Todo ello, sumado al paso del tiempo, hace inevitable su deterioro. Es en este punto donde resulta necesario realizar algún tipo de renovación a fin de hacerla lucir de nuevo con la misma belleza con la que brillaba años atrás.
Para alcanzar dicha meta, en el mortero de cal se encuentra el material ideal el cual nos ayudará a solventar el problema eficazmente. Se trata del producto idóneo para la rehabilitación de fachadas, ya sea de una vivienda particular, hasta incluso de edificios emblemáticos o patrimoniales. Sus acabados serán excepcionales, otorgando unos resultados sofisticados y que se adaptan a la perfección con el resto de la estructura.
Su potencial le dará una apariencia más rejuvenecida a la par de unas mejores prestaciones en términos de resistencia mecánica y química logrando, de este modo, que la fachada goce de unas mejores propiedades que le confieran una larga vida útil. Cabe destacar su elevado pH, característica que también evitará el desarrollo de moho, hongos o derivados.
En los baños ocurre algo parecido. Cuenta con la ventaja de no sufrir los factores climatológicos, sin embargo, la elevada humedad y el constante contacto con el agua hacen necesario el uso de un revestimiento que otorgue una mayor resistencia frente a estos elementos. El mortero de cal nos ofrece un material de gran resistencia frente a la humedad y que, como hemos nombrado antes, cuenta con sorprendentes cualidades fungicidas y desinfectantes.
En MyRevest nos hemos sumado al cambio, a fin de ofrecer un producto más sostenible que colabore reduciendo la huella ecológica. En base a ello, hemos desarrollado nuestra nueva línea de microcemento bicomponente (cemento y cal) MyKal, un producto que estéticamente resulta similar al revestimiento tadelakt, así como al estuco veneciano e incluso al hormigón visto; pero reinventándolo, a fin de ofrecer unas prestaciones mejoradas que apunten a una mayor eficiencia en las restauraciones.
Mediante la línea MyKal obtendrás un mortero de cal de alta calidad, que trabajará eficazmente en el revestimiento de exteriores e interiores, así como de suelos y superficies verticales, garantizando resultados de un alto valor decorativo y larga durabilidad, todo ello contenido en un material de unos escasos 3 mm de espesor, que le conferirán al soporte unas mayores resistencias químicas y mecánicas.
Ofrece una elevada adherencia que le permite adaptarse fielmente sobre toda clase de superficies o soportes, cómo: cemento, azulejo, metal, ladrillo, pladur, yeso, hormigón...
Garantiza un acabado continuo totalmente libre de juntas de dilatación.
Permite realizar "fresco sobre fresco", lo que le brinda un efecto decorativo más singular y exótico.
Revestimiento sostenible que genera un impacto medioambiental mínimo.
Las superficies experimentarán una baja retracción y no fisurarán.
Grandes resistencias mecánicas y químicas.
La línea MyKal contiene hasta 4 productos diferentes que varían según el tamaño del árido, de tal manera que el más grueso es nuestro MyKal XL (0,4 mm), un microcemento multifuncional que inicialmente fue desarrollado como recubrimiento de preparación, pero que se ha comprobado que resultado igual de eficiente aplicándolo indistintamente también como terminación.
MyKal L (0,3 mm) es nuestro segundo producto que presenta el grano más grueso. Su elevado grosor, aunque más fino que el anterior, dota a la superficie de una resistencia superior, dando lugar a acabados estables y firmes, pero de mayor sofisticalidad.
MyKal M (0,2 mm) y MyKal S (0,1 mm) son nuestras dos líneas de microcemento tadelakt dedicadas para la aplicación como producto de terminación. La diferencia entre estos dos materiales reside en que el primero puede ser usado tanto en paredes como en suelos; sin embargo, el segundo, debido a su grano tan fino, solo puede ser aplicado en superficies verticales. En ambos casos los acabados resultarán elegantes y de una belleza única.
MyKal presenta una vasta gama de hasta 34 colores, mediante los cuales eliminar los límites decorativos para dar vida a variados acabados de gran calidad. El número de colores puede elevarse al doble si la superficie es repasada con llana, obteniendo hasta 68 variedades de color. Y si aún así no encuentras tu tono deseado, contamos con un innovador sistema de pastas pigmentarias que te garantizará tu color a medida.
No dudes en contactarnos a través del formulario de contacto, nuestros expertos se encargarán de resolver su consulta sobre el mortero de cal o nuestro microcemento MyKal. Te detallará todo lo que debes saber hasta que quede totalmente satisfecho.